Diario Expreso, Lunes 11 de abril de 2011
Gaitán Villavicencio
A lo que se agrega, la corrupción policial y judicial que esgrimen el Gobierno y la ciudadanía, pero que lamentablemente, en lugar de descender, siguen creciendo como un flagelo a la sociedad y que provoca grandes impactos en la economía.
Innegablemente las estadísticas criminales son realmente alarmantes como consecuencia del crecimiento persistente de los delitos, el incremento de pérdidas de vidas humanas y el elevado registro de impunidad de delitos denunciados. A lo que se agrega, la corrupción policial y judicial que esgrimen el Gobierno y la ciudadanía, pero que lamentablemente, en lugar de descender, siguen creciendo como un flagelo a la sociedad y que provoca grandes impactos en la economía.
Vivimos en un escenario de inseguridad citadina y miedo colectivo, que se han ido acumulando y creciendo en estas últimas décadas como resultado de la conjugación de una serie de factores externos- la guerra “sin nombre” de Colombia, la transnacionalización de la criminalidad organizada, etc.- e internos- la intervención y manipulación del sistema de administración de justicia, la escasa profesionalización y gran corrupción de la Policía Nacional, etc.
Este secular dilema entre los problemas de la criminalidad organizada y la administración de la justicia, temas pendientes en la historia moderna del Estado ecuatoriano, no puede ser enfrentado de manera unidimensional, o a partir de la iniciativa exclusiva de un actor estatal. Sino que exige la participación permanente de la tríada Sociedad-Estado-Economía para reducir a la primera y para mejorar, depurar y transparentar a la segunda. Por eso el eslogan partidista-electorero de que “el cambio histórico de la justicia está en tus manos”, no es más que una verdad a medias y, por ende, no quiere asumir el reto trascendente sino que intenta manipular eventos coyunturales.
Desde esta perspectiva, creemos, en primer lugar, que es improcedente la convocatoria a un referéndum para asumir esta temática (enmiendas), ya que lo pertinente hubiera sido que se asuma desde la Asamblea Nacional, y a partir de un amplio y gran acuerdo político-social para lograr consensos institucionales y de largo plazo, que legitimen las decisiones a tomarse y permitan una participación social y democrática de los ecuatorianos y no de Correa-Movimiento Alianza PAIS. El presidente tiene un nivel de aceptación de más del 60%, entonces, ¿qué se está fraguando?
Finalmente, esta saga la dividiremos en cuatro entregas en las que trataremos los siguientes aspectos: la problemática delincuencial y la administración de justicia actual, la prisión preventiva y las otras medidas cautelares, el Consejo Nacional de la Judicatura y el nuevo modelo de administración de la justicia, y las otras preguntas. Continuaremos.
FUENTE: http://expreso.ec/ediciones/2011/04/11/opinión/columnas/entre-la-inseguridad-y-el-referendum/
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