
Quimsacocha se ubica a 30 km al sudoeste de Cuenca en la provincia del Azuay, al sur de Ecuador. Esta zona, en los últimos años, ha estado constantemente amenazada por la minería.
La posible afectación de las fuentes hídricas producto de la actividad minera, ha sido uno de los factores más criticados por los grupos ambientalistas.
En Azuay, la resistencia liderada por Carlos Pérez Guartambel, presidente de la Ecuarunari, sostiene que la minería contaminará el agua de Quimsacocha y Río Blanco.
Con respecto al tema del agua, el informe realizado por BRGM detalla que el proyecto Río Blanco no dispone de estudios y datos necesarios sobre aguas subterráneas, además es débil en cuanto a la definición de: acuíferos, flujos subterráneos y velocidad del agua.
En el caso del proyecto Quimsacocha a este aún le falta la compresión de flujos de agua en el subsuelo.
BRGM, en su informe, recomienda que cada proyecto lleve a cabo un estudio particular de aguas subterráneas, el cual no se limitará a las zonas en donde se practicará la actividad minera, sino que se extenderá a las zonas cercanas a cuencas potencialmente afectadas por esta actividad.
Para identificar la presencia de aguas subterráneas los técnicos franceses dicen que es necesario contar con un inventario de manantiales. También de aforos diferenciales, que sirven para la medición del caudal de los ríos en varios puntos de un mismo cauce. La intención es identificar pérdidas o entradas de agua.
El informe recuerda que las aguas subterráneas están generalmente conectadas con las aguas superficiales, por lo que se debe mantener un monitoreo de ambas, cosa que no existe actualmente.
Abarcando este mismo tema, en la conclusión general del informe se considera pertinente contar con información detallada del subsuelo y más aún del ecosistema del páramo, cuya principal característica es la retención del agua lluvia que es liberada paulatinamente en época de sequía.
En Quimsacocha los estudios relacionados con las aguas subterráneas son escasos y éstas no han sido identificadas todavía en la zona minera.
El informe señala que para IAMGOLD, las aguas subterráneas no parecen ser una preocupación para la explotación minera.
El tipo de roca que se ubica por encima de las galerías es una roca muy compacta y casi impermeable, pero en los alrededores de la calera se presentan rocas posiblemente fracturadas por donde el agua podría percollar.
La Universidad de Cuenca monitorea el agua en esta zona.
Noticia completa en: http://www.explored.com.ec/noticias-ecuador/quimsacocha-los-estudios-mineros-deben-ser-ampliados-591603.html
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